acuerdo de no beligerancia

Sé que me castigas con silencio porque sabes
que duele más la ausencia que el exceso.
Firmaré la tregua
aceptaré sin levantar la cabeza
toda indemnización que me impongas.
Mis aguas dirigiré de nuevo
hacia tu cauce
para ser de nuevo
aguas de un mismo río.
No perdones mi arrogancia
no perdones el descaro
de mi desobediencia
pues no me arrepiento de haber alzado el puño
ni de haber entonado fuertes canciones de protesta.
Disfruta ahora del desplante
del dulzor amargo del rechazo.
Disfruta ahora que puedes
de verme derrotada y sin maquillaje.
Pero no olvides lo siguiente:
pueblo que una vez se rebela
no duda en hacerlo una segunda.

2 comentarios:

  1. Dios, me encanta. Gracias por escribir así de bien.
    Es un placer leerte. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mil gracias, Maikel. De verdad, con que una sola persona me lea y lo que escriba a ella le llegue me doy por más satisfecha :)

      Eliminar